El Espectador Emancipado, Lo Intolerable y Pensativa
El Espectador Emancipado
Parte de nuestro mundo no es más que
la apariencia de una apariencia, que paulatinamente se aleja del mundo ideal, es
por eso que Debord afirma que “mientras más se contempla, menos se es” la
realidad que le ha sido arrebatada, y compara esta pérdida como la revolución
fallida del proletariado durante los primeros años del siglo XX.
El teatro hace que los espectadores
salgan de su posición de espectadores y en lugar de estar enfrente, están
rodeados de la acción, su forma de interactuar es más directa, se quiebra el
puente entre maestro e ignorante.
El espectador: «observa, selecciona,
compara, interpreta» decide qué hacer con lo que tiene adelante y de qué forma
eso se relaciona con su vida. El artista presupone la identidad de la causa y
el efecto, admite como suyo el trabajo de recepción de la obra. El creador,
aunque no sepa lo que debe mostrar, sabe que debe sacar de su pasividad al
espectador, para que este produzca una re-acción con la performance vista.”
Lo Intolerable
Traer una imagen intolerable para
nosotros, hasta dónde puede llegar nuestro limite.
La imagen te hace preso de su poder,
pero podemos derivar el uso de esta, desencadenando un poder activo, sino
observamos las imágenes no te sentirás culpable, la idea es pasar de la
culpabilidad a que el espectador tome acción. La inversión de la inversión.
No solo es el contenido de lo
intolerable, ver en la imagen que no aceptas, te retrata la impotencia de la
persona que esta retratada.
Pensativa
Las imágenes aparecen como zonas
indeterminadas, en el sentido de que un régimen de expresión sucumbe dentro del
otro. La pensativa es el producto es el producto de este nuevo estatuto de la
figura que conjuga, nuevas estrategias del arte, a través de los
desplazamientos de la mirada, que permite encontrar en las imágenes algo nuevo
y extraño o algo que desordene las lógicas dominantes
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