Desde la Aridez
Este proyecto fotográfico deviene del cansancio de los sentimentalismos y la fragilidad que invaden quien soy, de este tener que ocultar y proteger a ese alguien que, sin haberlo decidido del todo, soy.
Cada día que pasa, es un día más de no poder, un día más cerca de la imposibilidad de cumplir esa cola interminable de pendientes que se fue armando a través de la suma de decepciones y los años.
He querido creer que hay un sentido, y al buscarlo y no hallarlo, me he refugiado en la forma de las cosas, me he visto reflejada en ellas y así, de esa manera, he sentido que más soy una extensión de ellas antes que un humano.
Ante el irrevocable efecto del tiempo, desde esa unión/desunión, desde esa sensación de que el cuerpo y las ganas se van yendo, se va anclando la idea de caducidad como humano y por, sobre todo, como mujer.
Más miedos se instalan y me van generando una suerte de ansiedad al sentir que tal vez el sentido esté lejos de poder ser contemplado mientras exista. Mientras tanto, el tic tac del reloj, la ansiedad, la pasividad, el desasosiego, los objetos inmutables, perfectos, y otra clase de naturalezas que mueren ante mis ojos gritando mi futuro.
Este acercamiento fotográfico trata de ser una constelación rizomática de esas peleas que tengo con mis propios pensamientos a diario, de esos refugios visuales a dónde me veo reflejada, identificada, y de algún extraño modo, sostenida. Es así, pues, que este grupo de fotografías buscan hacer sentir que las únicas fuerzas que me quedan sólo sirven para evitar un desarraigo total.
Cuando hablamos de aridez, automáticamente pensamos en una tierra que por falta de humedad en el aire o agua en el suelo, esta seca. Al apropiarme de esta palabra, busco explicar el estado en el que me encuentro, el lugar desde dónde hablo, lo que veo y proceso desde esta sequedad, desde este ser yo.
Esta serie, contiene una serie de imágenes a color e imágenes a blanco y negro, a dónde el objetivo es mostrar distintas fotografías a dónde me vea reflejada, sin la necesidad de que mi corporalidad sea capturada por la cámara.
Las imágenes que van a color, se muestran con una saturación de color baja, buscando reflejar como estas últimas ilusiones que me quedan se van apagando, hasta volverse descoloradas o en blanco y negro.
El contenido visual de las fotografías, buscan ser analogías de las distintas sensaciones que me hacen identificar con quien soy yo en el ahora. Ese lugar yerto, a dónde un constante impulso tanático aparece, a veces, hasta el punto de llevarme hacia una pasividad a donde me siento más parte de las cosas inmóviles, casi cómo si fuera el polvo que se arrima en los objetos de una casa descuidada, y a dónde metafóricamente, soy presa de cualquier ave carroñera.
Cada imagen contiene los lugares en donde se refugia mi mirada, texturas que acompañan la sensación constante de desilusión que conlleva entender al mundo cómo a un lugar en donde uno está más en peligro que protegido.
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