Danitza Autero Stanic
Desde la
Aridez
Profesora: Patricia Ciriani
Centro de la imagen
Noviembre del 2018
Índice
Carátula……………………………………………………………………………...1
Introducción ……………………………………………………………………….3
Concepto……………………………………………………………………………4
Capítulo I :
El desasosiego……………………………………………………...5
Capítulo II:
La aridez……………………………………………………………..8
Capítulo III:
El impulso tanático
Introducción
Este proyecto fotográfico proviene del
cansancio de los sentimentalismos y de la fragilidad que invaden quien soy, del
tener que ocultar y proteger a ese alguien que sin haber decidido del todo,
soy.
Cada día que pasa, es un día más de no
poder, un día más cerca de la imposibilidad de cumplir esa cola interminable de
pendientes que se fue armando a través de la suma de decepciones y los años.
A lo largo de mi vida, he querido creer que
hay un sentido en el estar aquí. Al
buscarlo y no hallarlo, se ha instalado en mi la sensación de que he dejado de
ser un humano para convertirme en una extensión de lo inerte, que mi noción de
vitalidad, simplemente no encaja en los modelos que se han diseñado y han sido asumidos
como correctos por la mayoría de personas en nuestras sociedades contemporáneas.
Esta sensación, ha hecho que me vea reflejada, perdiendo mi impulso de vida, en
las cosas estáticas, y su deterioro.
La idea de querer pertenecer se ha ido
desdibujando cada vez con más fuerza a medida que he ido asumiendo que
pertenecer es la mayoría de veces peor que no pertenecer.
Es desde esta unión/desunión, desde esa
sensación de que el cuerpo y las ganas se van yendo que la idea de caducidad
como ser vivo y por, sobre todo, como mujer se va anclando.
Es así que que entre la sensibilidad, el
desasosiego y la pasividad, empiezo a sentir cómo me voy volviéndo arida.
Me apropio de la palabra aridez para así
explicar el estado en el que me encuentro, el lugar desde dónde hablo, lo que
veo y proceso desde esta sequedad que implica ser yo.
CAPÍTULO I: El Desasosiego.
El
desasosiego puede llegar a ser un término que nos es familiar, pero que está abierto
a distintas interpretaciones. El significado que encontramos de este concepto
es claro y nos remite inmediatamente a la iea de falta de quietud, tranquilidad o serenidad.
En este capítulo
trataré de desarrollar las implicaciones y las consecuencias a las que conllevan
esta carencia
Para poder
desplegar las ideas que mis imágenes tratan de mostrar en base a dicho
concepto, sería justo mencionar, el análisis que hace María Cecilia Salas
Guerra, sicóloga y filosofa colombiana sobre la obra poética El Desasosiego, de Fernando Pessoa sobre
el concepto de desasosiego. Ella habla del
desasosiego pessoano, entendiéndolo como la falta de calma que deviene de ser
un ser en construcción, a dónde no se llega a una forma concreta y a dónde
también uno se reconoce finito, y en esa finitud, las opciones de ser, son
siempre abiertas. Es en este punto a dónde
Salas
Guerra, define y analiza, el desasosiego pessoano en su libro, El desasosiego de Fernando Pessoa, o la
experiencia poética del límite Co-herencia, vol. 1 (2004:24):
El desasosiego pessoano en cuánto que
experiencia poética del límite de la existencia, es la experiencia de ser
siempre inconcluso, lugar de contradicción y
multiplicidad, experiencia de ser nada, de ser vacío y desnudez, de ser
informe ,amorfo; pero también es la experiencia de multitud, de ser nube
en perpetuo des-con-figurarse... la
imagen del hombre en cuanto que ser-del-desasoiego: lanzado a
la disolución y la finitud inexorable, pero también siempre a la
posibilidad siempre abierta; hombre que acontece entre la
serenidad y la fragilidad (Salas,2004:24)
Es, precisamente la experiencia de ser inconclusa
desde dónde hablo y a dónde se han alojado distintos sentimientos que me han
llevado a la inacción. Siento que ese no ser nada, es desde el único lugar a dónde
tengo derecho a hablar, y tal vez, del único espacio del que soy dueña, y en dónde
las pretensiones, y/o el querer ser no cuentan.
Ese sitio a dónde todo pasa a través de mis ojos, haciendo que me
reafirme en la idea de no pertenecer, y de entender que el mundo está diseñado
para que la gente consuma, importando poco si lo que consumen son sus propias
vidas o las vidas de otros a un alto costo con el único beneficio de ser reflejos
de aquello que los consume y consumen.
Fernando Pessoa, en su libro El desasosiego, nos
relata:
(…)Así, no
sabiendo creer en Dios, y no pudiendo creer en una suma de animales, me he quedado, como otros de la
orilla de las gentes, en esa distancia de todo a que comúnmente se llama la
Decadencia. La Decadencia es la pérdida total de la inconsciencia; porque la
inconsciencia es el fundamento de la vida. El corazón, si pudiese pensar, se
pararía. A quien como yo, así, viviendo no sabe tener vida, ¿qué le queda sino,
como a mis pocos pares, la renuncia por modo y la contemplación por destino? (…)
(Pessoa,1982:3)
Pessoa,
nos habla desde su experiencia, de la decadencia a la que nos lleva no tener
inconsciencia, de cómo estar tan conscientes, podría de alguna manera, acabar
con el impulso de vida, y del cómo este estado nos lleva a tomar decisiones a
dónde no pertenecer y observar se vuelve la única otra opción. Las imágenes
presentadas en este trabajo, también hablan de esa renuncia por modo y la
contemplación por destino a la que hace referencia Pessoa, ya que las
fotografías presentadas muestran esa contemplación hacia las cosas que
normalmente no se les presta tanta atención por estar inmersos en un mundo a
dónde el color, lo comprable y lo espectacular nos ha vuelto insensibles hacia
las imágenes que nos hablan, de tiempo, de herida y de muerte.
Existe un objeto causa del
desasosiego social, una imagen excesiva e insoportable con la que se topa el
deseo. Una forma extrema de alteridad
que se emparenta con la muerte, o con la vida asignada por muerte (…) aquel que
encarne la figura del otro será siempre un muerto en vida o alguien que vive
siempre entre dos muertes (Guerra Muente,2014:71)
Cómo
menciona el antropólogo peruano, Guerra Muente, las diferencias pueden llegar a
ser cercanas a la muerte, o asumir la vida cómo una agonía constante. Las diferencias pueden darse por temas
distintos, y hablando de este caso en particular, este sentimiento se origina en
las distintas condiciones que represento; nacen por ser mujer en una sociedad
patriarcal, por no estar de acuerdo con el sistema económico vigente y por no sentir
una pertenencia a ningún grupo etnográfico. Todo esto hace que me sienta abyectada
o sin derecho de pertenecer a los espacios en los cuales me gustaría tener algún
tipo de voz.
La manera
en que las sociedades funcionan, es a base de normas, leyes establecidas y
leyes reificadas. El marxismo acuñó la palabra
reificación para referirse a la cosificación del ser humano. Es decir, cuando el ser humano pasa por un
proceso de deshumanización en donde se vive de acuerdo del mundo de las
cosas. Utilizo esta palabra para aludir específicamente
a la normalización de algunos discursos que son maneras de pensar y vivir no
naturales y que no son cuestionadas porque las hemos aceptado.
Si bien
es cierto, podría crear algún otro tipo de discurso, se tendría que tener en
cuenta que la producción de estos, está dominada. Estos se controlan y se excluyen
generando un problema.
Capítulo II: La Aridez
Cuando hablamos de aridez, automáticamente pensamos en una tierra que
por falta de humedad en el aire o agua en el suelo, está seca.
Utilizo
este término para hablar del estado mental en el que me encuentro. Estado, a dónde lo que se encuentra fuera de
mi ya no me alimenta sino que en cambio, me deshumedece y me aísla socialmente
y a dónde paralelamente, esos lugares externos a mi, se vuelven áridos en su
contenido, al sentir que todo lo que los integra, es una gran mentira.
“nos movemos en la aridez del desierto con
la esperanza de comprender intuitivamente y de intuir comprensivamente en lugar
de conocer siempre cosas.”( Heidegger:86)
Bibliografía
HEIDEGGER,
Martín (2005) La idea de la filosofía y
el problema de la concepción del mundo, trad. Jesús Adrián Escudero,
Barcelona : Herder
GUERRA, Martín (2010) Guaraguao (Año14, No 34). Barcelona:
Paso de la Barca
PESSOA,
Fernando (1930) Libro del Desasosiego.
Madrid : Seix Barral
SALAS,
Cecilia (2004) El desasosiego de Fernando Pessoa, o la
experiencia poética del límite Co-herencia, vol. I. Bogota : Co-he-rencia.
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