Espejos del yo
Índice
- Introducción
- Concepto e intención
2.1 Búsqueda de identidad
2.2 El otro y el yo
2.3 El voyeurismo - Metodología
- Montaje
- Bibliografía
Introducción
Mi proyecto surge de una interrogación a mi misma después de unos años. A principios del año 2018 empecé a vivir sola, lo que me hizo encontrarme en la soledad tanto como necesitar al otro para no estarlo. En esta nueva etapa de mi vida, me interrogaba sobre todo, pero nunca me había interrogado sobre mí misma, nunca había hecho ningún tipo de autorretrato. Sin embargo, siempre me he interesado en el comportamiento del otro y en la psicología de ellos. Rebuscar entre proyectos anteriores me pareció importante para realizar un nuevo proyecto de retratos. En primer ciclo, le tomé fotos a Eileen, una chica con depresión. En segundo y tercer ciclo, me concentré en los retratos ausentes sobre la muerte de Renzo, mi primo, y como la familia lo vivió. Con esa breve introspección de mi trabajo, decidí realizar otro proyecto psicológico pero tomarlo de una manera distinta a las anteriores.
Eileen, 2017
Empecé cuarto ciclo sabiendo que quería realizar retratos y experimentar cosas nuevas. El proyecto surge entonces después de varias tentativas de fotografías experimentales: empecé interviniendo rollos fotográficos, interviniendo el cuerpo del fotografiado, que el fotografiado intervenga su cuerpo... Y me dí cuenta que siempre intento interaccionar con el otro que tengo al frente, y hacerlo participar en el proceso fotográfico.
A partir de eso, surgen las interrogantes sobre el otro pero sobretodo sobre mí misma y como reacciono con el otro, si se parece a mí, que tipo de personas escojo para mis fotografías y sobretodo lo que me aportan en ella.
Renzo, 2017
2. Concepto
El proyecto trata de un diálogo entre el fotógrafo, el fotografiado y la búsqueda de identidad a raíz de ese diálogo. Los modelos así como yo, nos encontramos desnudos o semidesnudos -decisión bajo criterio del fotógrafo- y los dos somos libres de escoger el lugar en el que realizamos el proyecto. El desnudo en las fotografías es una manera de estar cien por ciento al descubierto frente al otro, no esconder nada y encontrarse bajo una cierta vulnerabilidad que repercucionará sobre el comportamiento de cada uno dejando nuestra mente al desnudo también.
El diálogo se ve reflejado con los dípticos, donde podremos observar como cada persona se ajusta a la otra. En el proceso de realización, los dos boceteamos por separado la fotografía antes de hacerla, así se evitan las coincidencias en las fotos.
Para mí, este proyecto tiene un carácter experimental, ya que es una búsqueda de algo, en este caso de mi identidad sin saber lo que voy a encontrar al final del proyecto. ¿El otro sabe más de mí, que mí misma? ¿Puedo encontrarme a través de él?
2.1 Búsqueda de identidad
La búsqueda de identidad o encontrarse a sí mismo es una etapa crucial de la vida. En este caso, se llegó a usar la fotografía como recurso para el autoconocimiento y autodescubrimiento. Este proyecto rodea el ámbito personal y psicoanalítico. Se usa la fotografía como una suerte de terapia, como si ella fuera un psicólogo que escucha y habla de vuelta. Al ver nuestro propio reflejo en las imágenes es como ver a otra persona desconocida. Sabemos que somos nosotros, pero nos vemos como exteriores. Es entonces cuando podemos retroceder ante nosotros mismos.
El artista francés Antoine d’Agata realizó un proyecto de autorretratos durante 30 años de su vida. Si bien d’Agata es conocido por retratar el mundo de las drogas y la sexualidad, en su propuesta visual Self-portraits (1987-2017) el artista plasma en fotografías esa batalla que tuvo entre él mismo y su alter-ego. El trabajo se presenta en fotolibro, a veces cuenta con dípticos, y narra en imágenes dos lados distintos del fotógrafo y la batalla para encontrar su verdadero yo.
Self-portraits, Antoine d’Agata (1987-2017)
2.2 El otro y el yo
Sin embargo, una de las maneras para conocerse a sí mismo es recurrir a la mirada de otra persona. Nosotros mismos no nos podemos ver en el día a día, salvo cuando nos miramos al espejo. El único espejo que nos puede acompañar permanentemente son los ojos del otro. Ellos ven más de nuestros rostros de lo que nosotros nos vemos. El otro se vuelve entonces el espejo del yo.
Desde la antigüedad, la filosofía ha analizado la relación entre un yo, y un otro. ¿Necesitamos al otro para conocernos a nosotros mismos?
Aproximadamente 430 años A.C, en un diálogo entre Platón y Alcibíades, estos dos pensadores de la antigüedad griega discuten sobre esa mirada : para encontrarse a sí mismo, para encontrar su propia alma, tenemos que ver el alma de la otra persona. Y la única manera de poder ver su alma, es mirando a sus ojos.
Siglos después en 1935, el psicoanalista francés Lacan escribe El estadio del espejo como formador de la función del yo que apunta a que el estadio del espejo se realiza en la niñez, la primera vez que vemos nuestro reflejo en el espejo. No obstante, y lo que más resalta Lacan, es que para reconocernos se necesita la ayuda y la relación con un semejante.
Años más tarde, el filósofo y padre del existencialismo Jean-Paul Sartre pone de nuevo en paralelo el otro y el yo. En El ser y la Nada (1943), Sartre toca el tema del dúo, y de la libertad a la que la relación con los otros conlleva. Una de las frases más emblemáticas para ilustrar el tema es “El otro es el yo, que no soy yo”. Es más, a partir de eso, la definición del otro en filosofía es “El otro es tanto un ser exterior a mí, como un ser idéntico a mí”.
2.3 El voyeurismo
Al cruzar la línea del entendimiento con el otro para autoconocerse, en mi trabajo fotográfico considero que estoy dejando que se instale el voyeurismo. Por etimología, la palabra voyeur viene del verbo en francés “voir” y el sufijo “eur”, la traducción literal sería “el que ve”. Generalmente, el voyeurismo tiene una connotación sexual y actualmente se le dice voyeur al espectador que observa situaciones íntimas o desnudos.
Aquí, dejo que mi modelo sea al mismo tiempo un voyeur que me fotografía, y de cierta manera me observe en mi intimidad a través de la cámara. Se vuelve entonces testigo de este auto conocimiento, pero también en espectador y autor al mismo tiempo,
En 1981, el Centro Pompidou en París le pide a la artista francesa Sophie Calle su participación en la exposición “Autoportraits photographiques”. Es ahí cuando Calle decide darle un giro al tema y contrata a un espía para que la siga durante todo un día. El trabajo se vuelve entonces en un juego de espejos donde ella misma decide las reglas por anticipado, ya que está consciente de que está siendo perseguida. Se trata de utilizar el voyeurismo para llenar la necesidad de verse a uno mismo a través del otro.
La Filature, Sophie Calle (1981)
3. Metodología
Para este proyecto, es importante una previa conversación con la persona fotografiada. Al llegar el momento de fotografiar, cada una escoge un lugar distinto (o puede ser el mismo, dependiendo de cada uno) y realizamos un boceto de las fotografías. Esto evita la tentación de imitar una foto previamente hecha por el otro, y no sacar el objetivo. Ninguna foto puede ser visualizada durante la sesión, y serán posteriormente elegidas por cada una.
Los lugares son previamente escogidos. En alguna de las fotografías, hemos escogido lugares abandonados o lugares varios. En esos casos, tomo el lugar como mío y tomo la libertad de apropiarse de él.
4. Montaje
Los dípticos serán separados para el montaje. Sin embargo, estos van a conversar entre sí. Estarán en una esquina, uno frente al otro y conversarán como si fuese un tipo de espejo visual. No se desprende del díptico, pero serán fotos individuales en A4.
5. Bibliografía
LACAN, Jacques
1936 El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica. Francia
SARTRE, Jean-Paul
1942 “Tercera parte : El por-otro”. El Ser y la Nada. París, Francia
PLATON
Siglo IV Diálogo con Alcibíades. Primer Alcibíades. Grecia.
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